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Miércoles de Ceniza: Un llamado a la conversión y la esperanza

Foto del escritor: María José García BorrayoMaría José García Borrayo


El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un tiempo litúrgico de preparación espiritual en el que los cristianos son llamados a la oración, el ayuno y la caridad. Como comunidad de fe, en el Colegio Santa Catalina Labouré vivimos esta jornada con un profundo sentido de reflexión y recogimiento.

La imposición de la ceniza: Significado y compromiso

En esta celebración, recibimos con humildad la imposición de la ceniza, un signo visible de nuestra fe y de nuestro deseo de conversión. La ceniza, obtenida de la quema de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior, nos recuerda nuestra fragilidad y la necesidad de volver nuestro corazón a Dios. Al recibirla, escuchamos las palabras:

📖 "Conviértete y cree en el Evangelio" (Mc 1,15) o "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás" (Gn 3,19).

Este gesto nos invita a reflexionar sobre nuestra vida, a reconocer nuestras debilidades y a renovar nuestro compromiso cristiano.



Celebración en comunidad

Agradecemos la presencia de los ministros de la Parroquia Santo Domingo Mixco, quienes nos acompañaron en la Celebración de la Palabra y la imposición de la ceniza. Con su guía, compartimos un momento de oración y recogimiento, recordando que la Cuaresma es un camino de renovación interior en el que Dios nos llama a cambiar nuestro corazón y fortalecer nuestra relación con Él y con los demás.

Un camino hacia la Pascua

La Cuaresma nos ofrece la oportunidad de crecer en la fe y en el amor a través de tres pilares fundamentales:

Oración: Para fortalecer nuestra relación con Dios.

Ayuno: Como un acto de desprendimiento y dominio propio.

Caridad: Para compartir con quienes más lo necesitan.

En estos 40 días, estamos llamados a vivir con un corazón abierto, dispuestos a transformar nuestra vida y prepararnos para la gran celebración de la Pascua de Resurrección. Que este tiempo nos ayude a acercarnos más a Dios y a ser testimonio de su amor en el mundo.

Que el Señor nos acompañe en este camino de conversión y esperanza.




 
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